Las posibles reacciones serán:
1- El perro después de dar algunas vueltas por la casa inspeccionándolo todo, vera al gato tumbado en el sillón o encima de la cama; Bien, hemos conseguido el primer paso, que lo vea! Si es un perro estable, lo mirará de soslayo y le ignorará, así de simple! volverá a pasar delante de el, incluso le dará algo de respeto acercarse demasiado, y seguirá inspeccionando la casa, o tumbándose tranquilamente. Esta reacción es la más habitual, aunque nos parezca mentira! Nunca sabemos como van a reaccionar nuestros animales, pero hay situaciones, que debemos averiguar, como por ejemplo esta, pues puede darse a lo largo de la vida de nuestro perrito en alguna circunstancia. Este perro es totalmente apto para convivir con gatos en cualquier circunstancia. Le damos de nota un 10.
2 - El perro ha entrado, y olisquea muy cerca de donde están los gatos, hasta que ..... se percata que lo tenia muy cerca, y casi se da con el gato en las narices! Lo quiere tocar pero le da miedo, reculea hacia atrás, aunque su curiosidad ante el gato, le incita a ladrarle y a quererse acercar mas y mas, aunque su miedo se lo impide! A esto le llamo, "demasiada curiosidad"! Esta curiosidad se va desvaneciendo a medida que pasan los minutos y haciéndole ver de forma insistente y autoritaria, que deje de molestar al gato, o incitándole a que se acerque, porque no hay ningún peligro. Pero no podemos influirle en nada mas. El solo se dará cuenta de que no es una amenaza, y de que su curiosidad se ha visto recompensada, y de ahora en adelante, lo observará de soslayo las próximas horas, ya no querrá correrlo, ha desistido de este empeño, ahora se ve la timidez o el excaso miedo que le provocan, y luego directamente, lo ignorara! Este perro es totalmente apto para convivir con gatos y le damos un 9.
3- El perro sabe que hay un gato en casa y no deja de olisquear todos los rincones, donde más suele estar el gato, hasta que al fin lo encuentra! Se queda paralizado, alucinado, no sabe qué hacer, esta totalmente sorprendido, su curiosidad le puede y su valentía también! Tiene miedo de acercarse demasiado, pero no lo puede evitar, y lo ladra desde el primer momento que lo vio. Ladrando se sigue acercando, queriendo que el gato se acobarde y se baje corriendo del sillón o de la cama, para aprovechar y pillarle por la espalda desprevenido y hacerle correr ladrándole. No lo consigue nunca, el gato no esta dispuesto a seguir su juego! A esto le llamo "quiero jugar con el, quiero que corra". No debemos permitírselo, debemos regañarlo para que deje de ladrarlo, y desviarle su inmensa atención hacia el gato, para que lo deje en paz, que en definitiva es de lo que se trata. Con una buena autoridad y en un perro educado y obediente, el perro cederá, y lo dejará pero solo por momentos, al rato volverá a acordarse y querrá ir a ladrarlo de nuevo, para asustarlo y que salga corriendo y así ser el quien gana en esta batalla! Se le irá regañando constantemente, hasta que se tranquilice, se tumbe y se olvide. Al pasar algunas horas, se dará cuenta de que el gato no le tiene miedo, y que nunca correrá delante de el. Acabará en el mismo día, por ignorar al gato por completo, al menos ya se le habrá pasado la obsesión de ladrarlo y de querer perseguirlo, ahora ya es todo calma! Este perro es totalmente apto para convivir con gatos y le damos un 8.
4- En el último caso posible, el perro entra excesivamente nervioso, olisquea como el que busca una presa y esta cercana. Olisquea toda la casa en busca del gato, sabe que esta ahí. Hasta que por fin lo ve! No hay sorpresa ni curiosidad ni intenciones algunas, solo hay agresividad, ladridos muy fuertes y una gran valentía para acercarse al gato lo más posible, y seguramente para como yo lo llamo "comérselo"! Este perro odia los gatos, no le gustan nada, no le llaman la atención, no los quiere correr, solo siente agresividad hacia ellos, y si los pilla, puede hacerles mucho daño. Este perro no puede convivir con gatos y como tal, no podemos darle ninguna nota.
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