Si preguntamos a algún amigo con perro, probablemente nos diga que no duerme con él, sino que el perro tiene su cama. Pero lo cierto es que los estudios indican que la gran mayoría de la gente permite que su mascota suba a la cama a dormir con ellos, aunque en la gran mayoría de los casos estamos hablando de gatos o de perros pequeños.
Si vas a adoptar un perro, y no tienes muy claro si dejarle dormir contigo o no, plantéate algunas cuestiones. Todo tiene sus ventajas y desventajas, pero ante todo debes pensar que un perro estará contigo muchos años, y que hay que acostumbrarlo desde el principio al estilo de vida que vamos a llevar, para que sea más cómodo para las dos.
Dormir con el perro tiene cosas positivas, sobre todo porque nos sentimos mucho más seguros. Reducen nuestro estrés, y es una forma de dormir mejor, para personas nerviosas. Además, en caso de que exista algún ruido inusual, ellos estarán atentos. Esta es una de las razones de más peso para dormir con la mascota.
No obstante, también tiene su lado malo. Los alérgicos deben evitarlo, ya que los pelos y las partículas del pelo se quedan en las mantas y sábanas, por lo que hay que lavarlas constantemente. También tendrás mucha más suciedad en la habitación, lo que te dará mucho más trabajo. Por otra parte, si es un perro inquieto puede cortar tu sueño. Si llegamos tarde a casa o un día no dormimos en casa, ellos estarán despiertos, ya que rompemos su rutina, y nuestra cama es su territorio.
La mejor solución de todas es la de tenerlo en la habitación si queremos que esté cerca, pero no en la cama. Su camita debe ser su propio espacio, y la puedes mover de un lado a otro, para que sepa que se encuentre donde se encuentre, es su propio espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario